domingo, 4 de noviembre de 2012

Vida


Inexorable vida es tu destino
final emparejarte con la muerte.
Tras tu peregrinaje por la suerte,
eludiendo las piedras de un camino

efímero y eterno, libertino,
es hora ya de irse. Se despierte
de ese sueño el mustio cuerpo inerte,
encamine su esfuerzo al desatino

ante el frágil espejo que fustiga
la razón con el látigo punzante
de la vejez desnuda, pues los años
préteritos provocan la fatiga
-carrera infernal-. En ese instante
fatídico remiten nuestros daños.

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