
En el sutil análisis del rezo
la fe resulta vacua.
Un canto simple de esperanza
ajeno a todo riesgo.
Que el azar determine mi ventura;
porque los dioses,
en eróticos juegos con el hombre
-designios de la frívola Fortuna-,
hilvanan el ovillo de la vida.
Vivimos en un valle de zozobra,
de tierra gris, yerma e inhóspita,
por el capricho de la arcilla.
El fruto de la leche de Almaltea
-lujuria, ímpetu, desaire,
égida y sangre
en sus amores y en la guerra-
en cópula de cisne,
en su pasión por Némesis,
ya fértil,
ocasiona la cólera de Aquiles.