
Non
fui non sum non curo,
carpe
diem.
Para qué preocuparme yo de aquello
que de las manos huye en un destello
y no tiene cabida en un harem.
Ante todo problema digo: “ejem,
¿por qué debo agobiarme yo por ello,
ya que solo me importa el sexo bello,
la comida y seguir la vida ad rem?”
En todos los pecados de este mundo
la conducta correcta viene implícita,
ya que siempre es cómplice la duda
-sabemos que no existe el sí rotundo-,
porque toda pasión en vida es lícita
y jamás la verdad está desnuda.
Para qué preocuparme yo de aquello
que de las manos huye en un destello
y no tiene cabida en un harem.
Ante todo problema digo: “ejem,
¿por qué debo agobiarme yo por ello,
ya que solo me importa el sexo bello,
la comida y seguir la vida ad rem?”
En todos los pecados de este mundo
la conducta correcta viene implícita,
ya que siempre es cómplice la duda
-sabemos que no existe el sí rotundo-,
porque toda pasión en vida es lícita
y jamás la verdad está desnuda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario