miércoles, 30 de marzo de 2011

El Reo

He de hacer un soneto con esdrújulas,
de un verdugo agitando su turíbulo
tras un reo que acude hasta el patíbulo
mirando al norte, como hacen las brújulas.

El reo es un ladrón nada romántico,
es carne de aquelarre entre los mánceres,
un pútrido gañán como mil cánceres,
condenado a morir por nigromántico.

Fulero, venenoso, gris, mefítico,
de trato con Satán y hasta necrófago,
que pronto ha de llegar a su sarcófago
a manos de un sayón antisemítico.

Un cínico falaz, de sangre aspérrima;
un sádico patán, de alma misérrima.

lunes, 28 de marzo de 2011

La lluvia

Hoy, que se despertó pluvioso el día,
que nubes grises cubren la mañana,
el granizo el cristal de mi ventana
y una insana tristeza el alma mía,

hoy, tengo al respirar melancolía
y es ver el sol brillar promesa vana.
Sólo una tromba gélida se afana
sobre la piedra humedecida y fría.

Hoy casi nada sirve de consuelo,
es la lluvia tristeza que deprime,
que oculta el sol e impide ver el cielo.

Porque hoy tanto llover mi pecho oprime,
me obliga a caminar mirando al suelo.
La vida de dolor y frío gime.

domingo, 20 de marzo de 2011

Alhambra

Y tiene algo Granada que enamora,
que mira al Albaicín y la Alcazaba,
es La Alhambra que tiene el alma mora
en sus pétreas murallas rojo flava.

Palatina cuidad cautivadora
ataviada en su origen de chilaba,
que se erige gloriosa entre la flora
como el más alto árbol de una algaba.

El cosmos es su Torre de Comares
y su sangre linaje de jerife;
bello mármol compone sus pilares;

gloria eterna se lleva su alarife.
Ya su oasis ha subido a los altares:
Jardín que luce en El Generalife.

sábado, 19 de marzo de 2011

Instinto

Mirando el arrabal de sus miserias,
desde sus desgastadas pupilas de alabastro,
imploró las cenizas del amor.
En su gesto animal la vio tal como era;
lustrosa marquesina, brillo superficial,
el lamento segado del incipiente otoño,
los besos traicioneros de una mantis,
la fatua gallardía del anhelo fatal;
y se sintió esclavo. La pasión desbordante
surgió de las entrañas de la bestia
y se fue, orgulloso, tras la estela gris
del último crepúsculo, con el rictus amargo.
Antepuso el instinto a la razón.

viernes, 18 de marzo de 2011

La tristeza

Llega el tiempo del sosiego,
del tan ansiado reposo,
pero llega doloroso
quemándome como fuego.
Dios ya no escucha mi ruego.
Se aposenta en mi cabeza
la tristeza.

Todo aquello que tenía
lo destruyó mi inconsciencia.
Lo perdí por mi indolencia.
La causa fue sólo mía.
Me queda como agonía,
además de la pobreza,
la tristeza.

Me ha sido el azar adverso
y mis actos criminales.
Merezco todos los males.
Soy tan indigno y perverso
que ni me redime el verso
y origina mi pereza
la tristeza.

Soy de los hados juguete
y así cumplo mi condena,
entre el dolor y la pena.
Es el destino alcahuete
invitándome al banquete
a la mesa de su alteza
la tristeza.

martes, 15 de marzo de 2011

Vacío


Lóbrego es el convento del cautivo;
el retiro forzoso del amante
que pierde su esperanza en el instante
fugaz en que la Parca, sin motivo,

se lleva para siempre el compasivo
verbo, confortador, vivificante,
a su exclusivo amor, con fulminante
anhelo, en un deseo vengativo.

Vacío porvenir y negra vida
le queda al solitario trovador
cuando el destino cruel clava su daga

y penetra en el pecho y de la herida
mana en cascada el flujo de un dolor
que le deja en el alma eterna llaga.

Nostalgia


Cuando es nuestro vivir melancolía,
pues nos falta el amor, la vida es nada,
humo que asciende, lúgubre morada;
un valle de penumbra y de agonía.

Inminente el crepúsculo del día,
nos llega la tristeza inesperada,
nostalgia de una vida caducada,
que silente se lleva la alegría,

Y como todo pasa en un instante
y decidida está la humana suerte,
aceptamos que nada es importante.

Acaso nuestro instinto, otrora fuerte,
se rinde, llora y gime suplicante,
evocando el amor ante la muerte.

lunes, 14 de marzo de 2011

Epitafio de amor


Turbia tarde de perros, tormentosa,
que muda en un instante en noche al día,
y cambia la esperanza, venturosa,
en aciagos presagios de agonía.

Quizá es también funesto mi destino,
porque he perdido aquello que quería
y puede que cometa un desatino
si no retorna presto la alegría.

La quise tanto; siempre la amaré,
y perderla será muy doloroso,
por ella moriré, o mataré,
haré incluso el acto más odioso.

Bien sé que no le importa haberme herido,
que de este ciego amor ya se ha olvidado,
pero ella es todo aquello que he querido
y fui feliz teniéndola a mi lado.

Partiré con el alba de este mundo,
llevándome en el pecho la amargura,
este dolor que tengo, tan profundo,
y de único recuerdo, su hermosura.

Pero antes, vagaré como alma en pena
por ignotos senderos de esperanza,
retrasando en el tiempo la condena,
mudando en impaciencia la templanza.

Se quedará plegada mi bandera,
tan sólo dejaré melancolía,
porque sé que será vana la espera
y me aguarda al final la losa fría.

Amor


Dime, amor, latigazo de bejuco,
serpiente nívea entre las flores del cerezo,
que hieres con tu beso,
melódico latido de un impulso;
tú, néctar de un efímero calostro,
¿por qué, tras despertar el celo,
el deseo carnal, te tornas luego
en pútrido consuelo ponzoñoso?
Iris polícroma,
que con opaco brillo centelleas,
que niegas la razón, que la encadenas
a un señuelo radiante de alegría,
¿por qué tan repentinamente acudes
a instalarte en el orto de un afán,
escalas la esperanza del mortal
y al llegar a su cúspide,
otrora inaccesible,
te desvaneces?
Di, ¿por qué nos invitas al banquete
para luego tratarnos como Circe?

Ciprés


Sombra magnificente, besas el horizonte
en el fugaz preludio del crepúsculo;
cobijas el descanso de lo etéreo,
de todo lo que el tiempo desvanece;
te alzas como Babel hasta los cielos
para así conversar en soledad
con los dioses, los vientos y los astros;
bastión de los sepulcros; compañero
del olvido; tus raices ancladas en la tierra
robustecen tu sabia con recuerdos
-néctar vigorizante y nutritivo
que elimina tus miedos y tus males-
alterando lo atávico en presente.
Dime tú, milenario, ven y cuéntame,
íntimo confidente de lo eterno,
¿cuántos secretos guardas en tus ramas
y por qué esos misterios se morirán contigo?