domingo, 9 de octubre de 2011

Déjame, vida

¿Por qué me apartas de la sombra horrible?
¿Por qué, vida, me alejas de lo inmune
y por qué me mantienes despejado,
si es mi anhelo perderme en el olvido?

Sufrimiento fugaz que se eterniza
y me obliga a pedir misericordia.
Otórgale descanso a mis pesares;
ya no quiero seguir con la esperanza

estéril de creer en mi existencia.
Arroja al fuego el libro de mi mundo.
No le temo al horror de lo perenne;

esta duda me causa más angustia,
porque es morir, la lógica se impone,
plácida oscuridad sin pensamientos.

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